miércoles, 17 de febrero de 2016

Día de la madre

El domingo amaneció tan lindo en Trondheim que era imposible no sentirse feliz. Los rayos de sol atravesaban con fuerza los cristales. Se celebraba el Día de la madre (Morsdag)  Aquí es un día importante. Se me ocurrió que sería divertido hacer vaffels con los chicos. Una de mis metas este 2016 es meterme más en la cocina. Era la primera vez que los preparaba. Iremos perfeccionando la técnica, pero quedaron ricos igualmente. Y ellos se divirtieron haciendo de ayudantes.



Luego nos fuimos los tres de excursión. En el barrio hay una zona donde la gente suele esquiar. Estaba preciosa.


Además abrían una hytte para que quien lo deseara pudiese picar algo. Como habíamos desayunado fuerte en casa, nos limitamos a deleitarnos con el olor.


A la vuelta un cacao calentito en casa. Es tan koselig. Luego puse la casa un poco en solfa mientras los chicos jugaban con un amigo que vino de visita.

El fin de semana también vi una película. Al tener subtítulos la pude seguir sin problemas. Era mi primera vez en el cine aquí en Trondheim. Y como el teatro hace un par de semanas, me hizo una ilusión tremenda. Os dejo con el trailer de la película.


Aparte de una buena dosis de acción, aprendí algo de historia noruega, y como dice el dicho "El saber no ocupa lugar"

Hoy tras la búsqueda de trabajo y los deberes de noruego, voy a comer a casa de una amiga.  Cocina muy bien. Ya se me hace la boca agua solo imaginarlo. Por la tarde, asistiré a una conferencia muy interesante que organiza la asociación penitenciaria donde  hice prácticas hace un año. Spennende.

Hasta la próxima




viernes, 5 de febrero de 2016

Teatro noruego

El fin de semana pasado tuve la oportunidad de ir al teatro en Trondheim. En la cultura catalana es un elemento importante y hay mucha tradición teatral. Me hacía mucha ilusión ver una representación aquí.

La obra elegida fue Doppler. Es una adaptación libre de un libro muy conocido que lleva el mismo nombre por título. El autor, Erlend Loe, es de Trondheim. Recomiendo leer el libro antes, ya que hay muchas cosas que si no son difíciles de entender en la representación teatral. También hay algunos guiños a la infancia noruega. Ahí ya no alcancé a entenderlos siendo de Barcelona, pero luego me los explicaron. Así que aprendí cosas nuevas, algo que siempre me gusta.

La verdad es que estoy contenta porque pude entender bastante de lo que decían los personajes. Me sorprendió de forma muy positiva el humor noruego. Es un tanto surrealista. Confieso que  había momentos que se me saltaban las lágrimas de la risa. Eso sí, tras tres horas de función en noruego (con pausa) reconozco que mi cabeza estaba exhausta.


                            Imagen de la función extraída del grupo de facebook de Trøndelag teater

Como era la premiere servían copas de vino y bebidas sin alcohol de forma gratuita. Algo que me pareció curioso es que la gente puede entrar con bebidas dentro del recinto teatral, y tomárselas mientras miran la obra de teatro. Otra cosa sorprendente es que durante el transcurso de la función teatral había bastante iluminación en la sala. No sé si tiene que ver con algo general o es sólo esta obra en concreto. Si voy más veces os cuento. 

Por último el uso del telón también es diferente. Cambian las escenas sin bajarlo. Todo muy natural. En cuanto a los aplausos del público eso funciona exactamente igual que en Barcelona. Y a juzgar por el entusiasmo del público y la crítica local, la obra gustó.

Ese mismo fin de semana también descubrí algunas ciudades cerca del área de Trondheim. Fue curioso comprobar que en cada una de ellas hay tiendas de segunda mano. Y ahí uno puede encontrar las cosas más variopintas. Desde cerámica, pasando por un piano, muebles, ropa hasta vinilos. Y en la mayoría había un lugar para tomar café. Muy koselig. Es un concepto que no falla en Noruega.

Hasta la próxima