martes, 30 de julio de 2013

Sueños de mariposa

Algunas veces ha surgido la conversación con amigas de qué haría si no me hubiera dedicado al Derecho. Amo mi profesión y echo de menos mi trabajo, pero una tiene sus fantasías. Soñar es gratis.

Mi mayor afición es escribir. Desde pequeña ya tenía mi propio diario personal. De hojas de colores pastel y con un bolígrafo a conjunto. También llevaba un candado pequeño. De esos que se podían abrir con un simple clip de oficina y un poco de gracia. Recuerdo que lo clasificaba por ideas y fechas. Los temas eran los propios de los doce años, amigos, música, familia, colegio...A los quince lo dejé de escribir.

Más adelante, cuando entré en la Universidad, en la carrera, escribí mucho. Allí aprendí a mejorar mi redacción. De ahí ese deje legalista y algo formal que se imprime en todas mis crónicas. Gajes del oficio, adivino.

Siempre me ha gustado escribir sobre las cosas del día a día, aunque no descarto cambiar de género.  Las palabras me apasionan. Si bien es cierto que una imagen vale más que mil palabras, también lo es que con mil palabras se pueden crear infinitas imágenes y al gusto del consumidor.

Si pudiera escribir profesionalmente, sería feliz también. Pero no es tarea fácil. Requiere preparación, y que lo que una escribe guste a alguien. Hice un curso de escritura creativa hace un año y medio, y lo disfruté mucho. Vi que me quedan tantas cosas por aprender...De momento, el blog y mis pequeños escritos me compensan. 

También disfruto escuchando y hablando. Me gusta comentar las cosas qué pasan por el mundo. Compartir puntos de vista diferentes. Aprender cosas nuevas.

Desde pequeña me fascina la radio. Ese aparato que sonaba mientras desayunaba en casa de mis padres. Cuando tenía doce años tuve la suerte de visitar una cadena de barrio, donde emitían cuentos infantiles. Maldita sea mi memoria que no recuerdo cuál era. Pero tengo muy vívido su funcionamiento. Las hueveras en las paredes, los auriculares, el micrófono. La voz puede transmitir muchas cosas. Poder hacer radio, un sueño.

En un par de semanas, cuando los niños empiecen el colegio, comienza una especie de autodescubrimiento, y estoy algo nerviosa.

Por lo pronto toca aprender noruego. Eso seguro. También buscar piso activamente (ahora el mercado está bastante parado por las vacaciones de verano). Ya os contó Pau en su blog que, a nuestro pesar, tenemos que cambiar de vivienda antes del próximo invierno. Cosas que pasan. Cuando se lo comunicó el propietario, fue un jarro de agua fría para todos, pero en fin... Toca mirar hacia adelante y ¡manos a la obra!

Hoy me despido con el vídeo inspirador de la canción China girl (interpretada por David Bowie) Y es que la vida es despegar, y luego volar, unas veces más cerca, otras más lejos. ¿Cómo las mariposas, quizás?

¡Música, maestro!











2 comentarios:

  1. Ai Lídia! Quantes coses en comú! A mi m'encanta escriure, per això el bloc compensa aquesta passió amagada pels números i la legalitat (tributària en el meu cas). I la ràdio! què dir de la ràdio? El meu somni de teenager era ser locutora dels 40 principales. Llàstima de la poca facilitat de paraula que tinc... Ni que dir que també em vaig emocionar en visitar l'emissora aquells dies... Jo no em vaig fixar amb les instal·lacions. Em vaig quedar amb la cara dels locutors, que eren ben guapots... Apa! A seguir somiant

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  2. Ei Yolanda!Quina llàstima que estiguem tan lluny! M'encantaria parlar amb tu(en directe)

    M'ha fet riure això dels 40 principales. És veritat que els locutors estaven "buenorros" ;)Jo també els escoltava i sommiava amb presentar "Del 40 al 1" :D

    En quant a escriure a la feina escrivia i ho trobo a faltar(sóc processalista)

    El blog és una altra manera d'escriure, personal, i ho disfruto moltíssim. És una cosa que tenia pendent, i venir a Noruega ha estat l'excusa perfecta per obrir-lo ;)Feliços somnis!

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