domingo, 7 de julio de 2013

Descubriendo Trondheim

Seguimos descubriendo Trondheim con ojos de niño. Ayer pasamos un buen rato en el parque que hay detrás de la catedral de Nidaros. Con vistas al río y una gran extensión de césped para hacer picnic, jugar a pelota etc. No se puede pedir más.



Por la tarde, para reponer fuerzas, nos acercamos a una cervecería del centro (entrada por calle Ravelsveita). Nos sentamos en su terraza y cuál fue nuestra sorpresa cuando las camareras, tatuadas de arriba a abajo, nos preguntaron si a los niños les gustaba pintar. A continuación, les trajeron unas bolsas  de papel llenas de dibujos para colorear, colores y adhesivos. No esperábamos que un sitio así pudiera ser tan mammaproof, pero queda apuntado en la lista. 

Hoy ha tocado visita al jardín botánico de Trondheim, situado en la zona de Lade. Es gratuito y hay mucha variedad de plantas, zonas de picnic bucólicas, y patos...Perfecto para pasar el domingo.



Hablando de plantas, aquí tenéis las judías que plantó Arnau hace pocos días. Han dado un buen estirón.




Volviendo a casa, nos hemos acercado al fiordo y hemos hecho una pequeña ruta alrededor de la playa. Cabe decir que aquí el concepto no es el mismo que el de nuestras costas. Son estrechas y con piedras. Pero los pequeños se lo han pasado pipa explorándolo todo.


¡Hasta la próxima!


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