sábado, 21 de diciembre de 2013

Fiesta en la barnehage y vacaciones

Ayer los chicos salieron entusiasmados de la barnehage. La nissefest fue todo un éxito. Llegó el nisse a la escuela y bajó por el tobogán  del patio. Los niños miraban con cara de sorpresa e ilusión el espectáculo desde las ventanas de la clase. Los enanos iban con el típico gorro de Papa Noel, e incluso algunos llevaban el traje completo. Bailaron, jugaron, comieron julegrøt, y vieron una película. Sin duda, un día especial.

                                            Camino a la Nissefest de la barnehage

Yo no estaba allí, porque era una fiesta sin padres, pero colgaron unas fotos. Las vi cuando fui a recoger a los niños. Me contaron los chicos que el nisse los saludó con la mano y se fue,  pero dejó un saco con regalos para todos. Cada uno recibió una bolsa de papel con dulces, y una mandarina en su interior.

Arnau salió de la barnehage maquillado con coloretes rojos y topos negros. Estaba muy gracioso. Adrià estaba muy ilusionado, y me contó cómo había ido todo varias veces.

Esta semana las fieras también nos han dado con mucha ilusión a Pau y a mi sus julegavene del colegio (regalos de Navidad). El mayor ha traido a casa unas velas, un árbol de Navidad pequeño y un cuadro. Y el pequeño un cuadro y una manualidad con pintura. Todo iba envuelto en papel de seda con un montón de pegatinas navideñas, y lazos de colores.


Por cierto, la fiesta de Sankta Lucia de la semana pasada fue preciosa. Arnau y sus compañeros cantaron tres canciones vestidos de blanco y con un gorro en forma de punta los chicos. Todos llevaban una vela eléctrica en la mano, y una de las niñas una corona con velas eléctricas. Hicimos fotos, pero por respeto a la intimidad de los otros niños y sus familias, no las colgaré en el blog. Adrià y el resto de niños junto a los padres hicimos de público. Luego, hubo degustación de pepperkaker y lussekatter. No faltó café y julebrus (refresco dulce de Navidad)

                                              Imagen de Flickr de Anja Jonsson

El  próximo día especial es el lunes 23 de diciembre. Es un día muy casero aquí, porque es cuando los noruegos ponen el árbol de Navidad en sus casas, y lo decoran. Se suele implicar toda la familia. Ya el 24 llega el julenisse y da los regalos a los niños, que le cantan la canción På låven sitter nissen. Es curioso porque en otras partes del mundo, como sucede en Barcelona en Navidad o por Reyes, los pequeños ven los regalos cuando se despiertan. 

Culinariamente, aparte del julegrøotros de los platos más típicos de estos días son de carne, por ejemplo el pinekjøtt, o de pescado, como el lutefisk. Éste úlltimo tiene sus partidarios y sus detractores. Yo aún no lo he probado. Según comentan, el pescado queda con una textura gelatinosa un tanto extraña al paladar.  

Por cierto, si queréis saber más sobre las celebraciones que se avecinan los próximos días en Noruega, con todo lujo de detalles, os recomiendo que pinchéis aquí

Por último, no he podido resistir la tentación de mostrar la primera postal de Navidad de Arnau en Noruega. Amor de madre total.


Dicho esto, con nuestros mejores deseos para todos vosotros, iniciamos el proceso de desconexión vacacional en 3,2,1...





jueves, 19 de diciembre de 2013

Mi primer Mercado de Navidad

Estos últimos días he estado colaborando como voluntaria en el mercado de Navidad (Julemarkedet) de Trondheim, concretamente en el Kafelavvoen (zona de bar y conciertos). Toda una experiencia. 

                         Ilustración de Line Holm extraída de Facebook Julemarkedet

El primer día fue bastante cansado, porque junto a tres chicos me tocó cortar las ramas pequeñas de algunos árboles y dejar las más gruesas, y por otro lado, apilar troncos.  Finalmente, los árboles se colgaron en el techo del Kafe del mercado de Navidad, y en las ramas gruesas cuelgan muchos corazones. Una especie de móvil gigante para entendernos. Queda la mar de coqueto. Los troncos eran para las hogueras que se instalaron también en la cafetería, a modo ornamental y para dar calor. Esa fue la tarea que me tocó mi segundo día. Había de mantener la hoguera encendida, con las llamas a una determinada altura. 


La verdad es que no pasé nada de frío junto al fuego. Y mucha gente se hacía la típica foto para el facebook, instagram, o con los niños para la postal de Navidad familiar. Aquí tenéis la mía (jejeje)


El tercer día me tocó la zona de barra. Y estuve preparando vaffles, que les chiflan a los noruegos. Y el último día me asignaron vigilar la zona y mantener todo limpio. 

El julemarkedet cierra sus puertas el domingo, pero por mi parte he finalizado mi contribución allí. Obviamente, han habido algunas actividades más lucrativas que otras, pero en conjunto la experiencia ha sido muy positiva. He podido conocer a gente noruega, y de otros países del mundo. Cada uno con su historia, y sus inquietudes. Alguna persona borde (todo hay que decirlo), pero por suerte la inmensa mayoría muy maja. Por fin siento que, tras algo más de medio año en la ciudad, empiezo a tener un poco de vida social.

Todos estos meses de automotivación han tenido sus momentos buenos y malos, pero con gente alrededor el día a día es mejor y más fácil. Hace dos días una señora en el bus me sonrió y me dijo ¿Tú eres la chica de la hoguera del mercado? Me hizo ilusión. Primero porque entendí la pregunta, segundo porque había interactuado conmigo. En el julemarkedet el público también me hacía preguntas. Algunas era capaz de contestarlas, otras no para ser sincera. Pero al menos cuando no las entendía, podía explicar en noruego que aún estoy en una fase inicial del idioma, y que preguntaran en la barra.

Para los voluntarios, teníamos la comida gratis en uno de los hoteles más chachis de la ciudad, el Britannia. Quiche, o salmón fueron algunos de los platos. El único día que no me entusiasmó fue el que sirvieron julegrøt (es una especie de arroz con leche y le ponen canela y azúcar). Aquí el grøt es un plato estrella, y le suele gustar mucho a los noruegos. 

Una bebida que probé y sí que satisfizo mi paladar fue el gløgg, un líquido caliente, muy dulce y con frutos secos que se tiran dentro. Puede ser con alcohol o sin alcohol. Y se bebe durante el mes de diciembre.

                                                Imagen de Flickr de Robyn Lee

También tienen la juleøl (cerveza de Navidad), pero aún no la he catado.

Esta semana también he acabado mi primer curso de noruego. El último día hubo una fiesta con pepperkake, mandarinas (muy típicas y apreciadas en la época navideña aquí), café y té. Teníamos puesta música tranquila, y la maestra encendió unas velas. Estuvimos comentando las costumbres navideñas en Noruega, y en otros países (ya os contaré)

Todas le llevamos un detallito a la profesora, y se emocionó. Nos dio un abrazo, y eso aquí es un símbolo de mucha confianza. Fue algo muy bonito. En Noruega, cuando conoces a alguien te das la mano, y ya está, no te la vuelves a dar nunca más. Hemos quedado todas en enero después de las fiestas.

Mañana, los enanos celebran en la barnehage la Nissefest, y han de ir con un jersey rojo o un gorrito de Papa Noel. 

¡Felices fiestas a todos y a todas! ¡Qué tengáis una buena entrada en el 2014! 




viernes, 13 de diciembre de 2013

Nieve, agua y hielo

El último mes ha sido un caos caminar por Trondheim.  Éste está siendo el otoño más atípico en siglos. La locura de temperaturas, unos días bajo cero y otros casi a 10ºC ha hecho que circular por la ciudad sea todo un reto.  En este caso, una imagen vale más que mil palabras, así que os dejo con,

Montañas de nieve...Te cansas más caminando, pero el riesgo de caída es poco. Hay niños que van esquiando por el barrio (ellos que son listos y saben)


Humor amarillo...Cuando la nieve se derrite, las botas altas de goma son recomendables, porque nunca sabes la profundidad del charco. 


Una sesión de patinaje sobre hielo. Suerte de los clavos y las piedrecitas que permiten caminar sin matarte. Aún así, hay que ir con cuatro ojos.


Y para finalizar ayer tuvimos temporal de viento y lluvia, de nombre Ivar, y la ciudad se colapsó durante algunas horas. Numerosos destrozos y algunos accidentes. Pero ya pasó.

¡Feliz fin de semana!



lunes, 9 de diciembre de 2013

Sankta Lucia, la fiesta de la luz

En la barnehage han empezado el juleverksted (que vendrían a ser las tareas, o el proyecto de Navidad) y los chicos están muy contentos. En clase de los pequeños el julenisse está siendo  el protagonista, y les explican cuentos y todo tipo de historias. Sería algo parecido al Papá Noel. En casa no podía faltar uno...


En cambio, los mayores están preparando algunas canciones navideñas para el día 13. Pero tampoco se olvidan del popular personaje del nisse, y están ensayando una canción divertida y conocida en Noruega. Es la  historia de un nisse que está sentado comiendo gachas, y las ratas le piden un poco. Él se niega, y, muy gruñón avisa al gato. 


Aunque la estrella  musical es la canción Sankta Luciauna mujer que ilumina todo en un período en que impera la oscuridad. De hecho, este mes de diciembre se llegará al menor número de horas de luz del año. Concretamente cuatro horas y media el próximo 20 de diciembre. 

El viernes 13 la escuela nos ha invitado a todos los padres a la fiesta, de origen Cristiano, de Santa Lucía, muy popular en Noruega y SueciaNada más y nada menos que a las 8h de la mañana. "A quién madruga dios le ayuda" dice el refranero. A ver si hay suerte ese día. Los niños han de ir vestidos de blanco, y los mayores harán un desfile tipo procesión (os contaré los detalles)

Invitan a los padres a café,  pepperkaker y lussekatter hechas por los niños. Las lussekatter son los dulces típicos de Santa Lucía. Lusse es Lucía, y katter significa gatos. Su nombre es por la forma que tienen las pastas originales, aunque hoy en día se pueden encontrar lussekatter con diseños diversos. De textura blandita tipo boller, hace las delicias de mayores y pequeños el 13 de diciembre de cada año. Si os apetece prepararlos pinchando aquí tenéis la receta en castellano. 

                                         Foto Flickr Kg Vogelius

Además, el día de Santa Lucía empieza el mercado de Navidad de Trondheim (julemarkedet i Trondheim), que dura hasta el próximo 22 de diciembre. Si todo va bien, participaré algunos días como voluntaria. El jueves me lo confirman.

Un nombre bonito el de Lucía. Ya lo decía Serrat...

¡Hasta la próxima!





miércoles, 4 de diciembre de 2013

Silencio

Me gustas cuando callas porque estás como ausente, 
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca. 
Parece que los ojos se te hubieran volado 
y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma 
emerges de las cosas, llena del alma mía. 
Mariposa de sueño, te pareces a mi alma, 
y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante. 
Y estás como quejándote, mariposa en arrullo. 
Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza: 
déjame que me calle con el silencio tuyo

Déjame que te hable también con tu silencio 
claro como una lámpara, simple como un anillo. 
Eres como la noche, callada y constelada. 
Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente. 
Distante y dolorosa como si hubieras muerto. 
Una palabra entonces, una sonrisa bastan. 
Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Pablo Neruda


                                          Imagen de Flickr Eduardo Dios

El silencio. Recuerdo ese rato callada en las primeras citas, que se hacía interminable. Los incómodos silencios en las entrevistas de trabajo. Situaciones que años atrás me crispaban. Ahora con treinta cinco años recién cumplidos me parece una de las pequeñas cosas de la vida, aunque confieso que me encanta hablar. Pero la palabra y el silencio no son incompatibles. Al menos para mí. Cada una tiene su momento, e incluso ambas se entremezclan con frecuencia.

Con el tiempo, aprendí que el silencio puede ser una de las mejores cosas del mundo. Sinónimo de la complicidad con otra persona, del estar a gusto con uno mismo, de tener un instante de introspección. Disfrutar del momento.

En Noruega, algo que puede definir a sus habitantes es la necesidad espacio propio, tanto físico como personal. No están siempre en silencio claro está, y obviamente les gusta hacer vida social (bares, conciertos, shopping, o deportes colectivos por ejemplo). Pero una parte de su vida se rige por el estar con uno mismo. Evitan las aglomeraciones por lo general. Adoran los espacios abiertos. Ir a la cabin, o caminar por la montaña. Una de las últimas cosas que me he averiguado es que, entre las aficiones habituales de la población, está la pesca y la caza.

Cuando dejo a los niños en la barnehage, a veces cojo el bus hasta la biblioteca. Siento el traqueteo de las ruedas, y me limito a observar el paisaje. El río, la catedral, o simplemente cómo se hace de día. También me parecen curiosas las luces que se divisan en las ventanas de las casas, los niños que se desperezan, un padre preparando el desayuno en la cocina... O alguien que se pone bien el gorro y los guantes, y emprende su camino en la bicicleta. Son imágenes sin sonido, pero todas ellas llenas de vida.

Otras veces voy caminando, y me gusta sentir el viento que golpea mis mejillas, y el calor que me da el gorro en las orejas, y los guantes en las manos. El poder pisar los charcos con las botas. El  pequeño chasquido de los clavos cuando entran en contacto con el hielo. A veces bajo a la orilla del río, y escucho el agua correr. Por un momento me siento como si fuera Aire igual que la canción de Mecano, o que estoy Entre dos tierras como cantaban hace unos años Héroes del Silencio. Cuando el agua va rápida se apodera de mi un sentimiento de comerme el mundo tremendo. Pero si discurre lenta, me adentro en un mar de sensaciones, que incluye ciertas dosis de melancolía. 

Hoy me he despertado poética. Será que esto de cumplir años afecta seriamente a la salud (ejem)

¡Hasta la próxima!






viernes, 29 de noviembre de 2013

Dulce Navidad

Ya huele a Navidad (Jul) en Trondheim. La sociedad noruega vive mucho esta época. Es toda una cultura, y hay muchas actividades organizadas. Aparte del reclamo comercial, como en todas partes, es fantástico ver la ilusión con que se preparan las cosas. Os iré contando, porque este mes de diciembre va a ser muy intenso en la ciudad.

Los escaparates de las tiendas lucen con sus mejores galas. Tambíén tienen un montón de adornos para el hogar. Árboles los hay desde los tradicionales hasta los de diseño. De momento, no se oyen son villancicos. Supongo que empezarán a sonar en pocos días. 

No faltan animalitos simpáticos para hacer más atractivos los escaparates.


Y algún que otro detalle amoroso. 


Pero el espíritu navideño está presente en todos los ámbitos de la ciudad. Es el caso de la barnehage y la biblioteca. Este año cada niño lleva un juguete usado en buen estado, y se donará a una ONG noruega. Ayer estuvimos eligiendo y Arnau se decidió por uno de sus coches, y Adrià por un muñequito y su perro.

Hoy cuando los he recogido del colegio habían pintado los cristales con motivos navideños. Este mes harán de cocineros más de una vez, y prepararán algunos dulces típicos. Uno de los más populares son las pepperkaker (galletas de jengibre). Pinchando aquí encontraréis su etimología, y la receta para su preparación. 

En la biblioteca, he avistado un libro sobre repostería navideña noruega, y lo he pedido prestado. Se hacen verdaderas obras de arte como las pepperkakerhus. Son casas de galletas de jengibre con lacasitos, caramelos, sírope...Vamos que, después de comerte esto, puedes ponerte como una moto.

                                          Imagen Flickr Eva Mostraum

Si no apetece preparar la masa, se puede comprar una caja en los supermercados, que contiene la casa desmontada. Y se trata de construirla con los ingredientes que más te gusten. Aparte de casas, también se ven muchos árboles de Navidad dulces. Les cuelgan regalos, que son las golosinas azucaradas de toda la vida. Y también podemos encontrar ideas originales como este rocódromo (la escalada es una afición y/o deporte que se practica mucho por estos lares).

                                                 Imagen  Flickr Eva Mostraum

Las primeras galletas de Navidad aparecieron en el supermercado en el mes de octubre. Algunos noruegos piensan que es excesivamente pronto, porque cuando llegan las fechas señaladas ya las has aborrecido. Pero aquí una fan sigue entusiasmada con ellas.

Por otro lado, la ciudad anda revuelta estos días, porque el domingo encienden las luces del árbol del centro de Trondheim (julegrana tennes). Ayer plantaron un gran árbol en la plaza, y hoy lo estaban acicalando e instalando las luces. En nuestro barrio, la julegrana tennes será el lunes. Es una fiesta bonita, porque la gente pone muchas ganas, y hay música y degustación de pepperkaker. 

                                       Imagen extraída de Fb Sjetne Frivillig Sentral
¡Hasta la próxima!



lunes, 25 de noviembre de 2013

Nieve

El domingo los niños se levantaron emocionados. Estaba todo nevado, y siguió nevando con intensidad durante el día. Se veía a los vecinos con las palas retirando la nieve para  poder sacar el coche. Y también había quién tenía máquinas más sofisticadas, que se tragaban la nieve, y la esparcían hacia los lados.

Desayunamos tortitas. Toda una tradición de los fines de semana desde que estamos aquí. Las rellenamos con mermelada o azúcar, y disfrutamos los cuatro como enanos. Nos las íbamos zampando, mientras veíamos caer la nieve. Bucólico total.

Luego nos equipamos, y salimos a hacer un muñeco de nieve. Pau les enseñó a los pequeños a hacer las bolas. Y ellos orgullosos iban colaborando.


Cuando acabaron el cuerpo, buscamos piedras, y las fieras hicieron la boca y los ojos con ellas. Una piña sirvió de nariz. Le pusimos mi bufanda y mi gorro. Y unas ramas para los brazos. y...Voilà!



Más tarde paseamos por el barrio y no faltó guerra de bolas de nieve. Curiosamente, algunos sitios costaban de reconocer. Y eso que pasamos cada día. Después de observar Trondheim de color verde algunos meses, finalmente se ha teñido de blanco. Cambia la percepción de todo totalmente.

Por la tarde, estuvimos calentitos en casa mirando Indiana Jones. A Arnau le encantó. A él todo lo que sea buscar tesoros y acción le fascina. Los chicos tuvieron algún rato más peleón (no somos La Casa de la Pradera jeje) Pero hemos pasado un fin de semana tranquilo. De esos en que te das cuenta que las cosas pequeñas de la vida son las mejores. Y canciones como Thank you de Led Zeppelin suenan en mi cabeza.

¡Hasta la próxima!







jueves, 21 de noviembre de 2013

Noruega 100%

Últimamente los días se me pasan volando. Mejor, porque tengo unas ganas inmensas de que llegue Navidad. Reconozco que ya me gusta de por sí, pero este año va a ser aún más especial. Mis hermanas que viven en Suiza y Holanda, junto al resto de la familia que está en Barcelona, y los que estamos en Noruega, coincidiremos estas fiestas.

Por cierto, hablando de espíritu navideño, el martes cayó la primera nevada fuerte de la temporada. La ciudad quedó de postal. No ha vuelto a nevar, pero se mantiene bastante la nieve, porque la temperatura es baja. El frío empieza a amenazar y hoy estamos a-3ºC.


A los niños les ha hecho mucha ilusión que nieve, aunque Adrià se mosquea un poco cuando le cae en los ojos. Para eso los noruegos también tienen solución. Cuando empieza la época de las nevadas llevan gorros o las capuchas de las chaquetas con pelos. De esta manera cuando cae la nieve no entra en los ojos. Cuando se generalice la nieve, tocará comprar los gorros en cuestión.

El fin de semana pasado fue diferente de los demás. Llovió mucho y seguido, y cambiamos el plan de ir de excursión por la biblioteca. Aprovechamos que se celebraba el Nordisk Spilldag, y la planta infantil estaba llena de juegos para adultos y niños. El mini-futbolín fue el preferido de las fieras, y  pasaron un buen rato.

También estuvimos hojeando libros. Encontramos uno de los cuentos estrella de la barnehage, Karius og Baktus. Trata de unos seres diminutos que se alojan en la boca de una persona. Fantasía total. En Trondheim, venden el libro por separado o bien acompañado de un cepillo dental y un vaso. Es un éxito en la ciudad, y está recomendado también para estudiantes de noruego. De hecho, una se lo está leyendo (ejem)


Cambiando de tercio, el domingo fuimos a una comida india. Una amiga del curso de noruego, que es de Calcuta, nos invitó a comer a su casa con su familia. El menú: Arroz con pollo, y patatas al estilo hindú. Todo ello completado por comida noruega consistente en sopa de verduras con pedazos de frankfurt. Y también una pasta de nombre lefse, muy típica en Noruega, rellena de mantequilla y azúcar. Hay múltiples opciones de relleno del lefse, y es habitual poner salchichas o mermelada dentro.

Mi compañera de noruego y su familia comen con las manos, pero nos dijeron que preferían usar la cuchara ese día para que no nos resultara tan extraño. Y eso que por nosotros no había problema. Comimos sentados en una silla, porque no utilizan mesa. Costumbres de cada país. Realmente cada día se aprende algo nuevo. 

La comida no picaba. Nos comentaron que eso de que los indios comen mucho picante es un mito. Que ningún cuerpo humano resistiría, si los manjares los aderezaran igual que en los restaurantes típicos.

Pasamos un buen día. También dio tiempo de ir al parque, y pasear un rato por la zona de Ilviska y ver los barcos anclados. Por último, un detalle que nos llegó al alma, fue que el marido de mi amiga, mientras estábamos en el parque, nos preguntó si queríamos café. Le dijimos que sí pensando que iba un momento a casa a coger el termo. Y cuál fue nuestra sorpresa, cuando apareció con dos cafés del bar. La verdad es que con el frío da gusto beber algo calentito y tener las manos a buena temperatura.

Para acabar, os dejo un rótulo muy tierno que vimos el otro día por la calle. Aquí la gente cuando pierde algo tiene esperanza de recuperarlo, y en el 90% de los casos es así.


Es común ver chaquetas o pañuelos anudados a las farolas. O gorros, chupetes y guantes a buen recaudo en el alféizar de una casa o  cualquier tienda. La persona que lo encuentra, en vez de quedárselo, suele tener el buen gesto de dejarlo visible (por si vuelve la persona que ha perdido la prenda en cuestión)

Nosotros hemos tenido dos experiencias. A Pau se le extravió el móvil en el supermercado, y se lo guardaron (inicialmente pensamos que se lo habían robado) A Adrià se le perdió un gorro (que pese a que preguntamos por todos lados no apareció) La próxima vez ya sabemos que toca colgar un cartel en la calle. Lo mejor es que Pau y yo conseguimos entender el rótulo íntegramente. Nuestro noruego va mejorando.

¡Hasta la próxima!

domingo, 17 de noviembre de 2013

Trondheim on ice

Estas últimas semanas ha helado por las noches en Trondheim. Al levantarme y mirar por la ventana está todo cubierto de una ligera capa blanca de hielo con puntos brillantes. Los cofres con gravilla que hay en las calles ya empiezan a usarse, y se ve a gente lanzando piedrecitas al suelo. También tractores esparciéndolas por la carretera.  Ellas son mis mejores amigas. De lo contrario ya me hubiera matado. Los coches, buses e incluso bicicletas han cambiado sus ruedas, por las de invierno (ruedas con clavos). Los clavos comparten podio con las piedras en cuanto a mí se refiere. 

Los dos primeros días de hielo fui con las botas con mucho cuidado, y no me pasó nada. Pero al tercer día saliendo de casa, me metí una que ni os cuento. Me caí de lado y ya veis a los hombres de la casa intentando levantarme. Me quedé anclada en el suelo. Además, tiene guasa la cosa, porque nuestro apartamento está en una colina. De forma que para acceder a la calle peatonal has de recorrer una pendiente de unos 30 metros: Helada y sin piedras. Brilla desafiante como diciendo "Te la pegas fijo". Eso por la mañana cuando llevamos a los niños a la barnehage. A la vuelta ya está oscuro, y con poca luz. Entonces tiene más gracia aún el asunto. Por suerte, aunque no muchas,  hay piedras a fecha de hoy.

Pero eso no es todo. Sales de casa. Caminas cinco minutos hasta la parada del bus (que se hacen eternos) Cuando llegas a la parada piensas que se ha acabado el peligro, y no. Llega el bus y has de recorrer tres palmos de acera hacia delante par a subir.

El primer día que me encontré con la situación pensé: "donde fueres haz lo que vieres" Entonces, me fijé que los noruegos patinan por la acera con los zapatos hasta el autobús. Cuando lo vi, decidí que el refrán quizás no era aplicable en mi caso. No tuve el valor. "Si patino me voy hacia detrás y me parto la crisma" pensé (y visualicé). Así que dando pasos chiquitos, mientras el conductor me miraba estoíco con paciencia infinita,  llegué a la puerta y validé el billete.

Ahora uso los clavos en las botas, y puedo decir que mi vida ha cambiado. Ya no me entra ese sudor frío, que te produce la sensación de que te vas a caer continuamente. Camino con cuidado, pero el miedo se me está yendo, y voy con mucha más tranquilidad.

Los niños se han adaptado bien al tema, y después de algunas caídas, y la práctica que han cogido en la escuela, no hay problema. Caminan con las botas sin clavos. Y Pau como me lleva unos meses de ventaja aquí, ya ha pasado la fase del miedo, y va tranquilo con las botas también.

Este fin de semana, hemos tenido temperaturas altas para la época (5ºC a 9ºC) y ha habido tregua de hielo. Pero la semana que viene ya no me libro según la previsión meteorológica.

En esta entrada no hay fotos. De momento no me atrevo. Prefiero tener a mis pies controlados. Pero os dejo un vídeo muy breve para que os hagáis una idea.


¡Hasta la próxima!


lunes, 11 de noviembre de 2013

Lección aprendida

Una actividad muy típica en Noruega es la conocida como å gå på tur (ir de excursión o de paseo). Uno de los dos días del fin de semana salimos con los pequeños a hacer ruta. De momento, vamos cerca de casa, pues la zona está llena de bosques. Preparamos las matpakke y a la aventura.


El sábado bajamos a un embalse. El camino estaba helado, y tuvimos que hace algún pequeño equilibrio para evitar los resbalones. Pronto creo que ya tocará poner los clavos en las botas, porque la temperatura media en Trondheim estos últimos días es de cero grados, y hoy concretamente de -2ºC.

Llegamos a un punto del camino donde hay patos (pese al frío sobreviven como campeones). A los niños les gusta mucho mirar las piruetas que hacen. Más adelante,  había trozos de hielo en el suelo. Las fieras se divirtieron un buen rato arrancando trozos y tirándolos al agua. "Flota" decían emocionados.  Como salimos un poco tarde, y a las cinco ya es noche cerrada, nos llevamos unas linternas, y se divirtieron haciendo de detectives por el bosque.

Por cierto, hablando de excursiones, Arnau salió muy emocionado de la barnehage hace pocos días. Un profesor se llevó a un amigo y a él, y fueron los tres al bosque. Encendió una hoguera y estuvieron comiendo la matpakke alrededor. Me dijo que le encantó porque tenía las manos calentitas. Luego, el maestro la apagó y volvieron a la escuela.

                                          Imagen Flickr Reven Sánchez

Cambiando de tercio, hoy os contaré una anécdota que nos sucedió la semana pasada. Una noche cuando estábamos acostando a los enanos, vimos un charquito de agua en su habitación. Revisamos toda la casa, y resulta que todas las estancias que daban al jardín estaban húmedas. Total que avisamos al propietario. Vino con un experto, y resulta que los cristales de las ventanas también estaban parcialmente empañados. Seguro que muchos ya habréis adivinado el problema.

Resulta que no ventilábamos suficiente el apartamento, y al tender la ropa dentro teníamos una condensación exagerada. La otra conclusión a la que llegamos fue que las casas noruegas son herméticas 100%  y es un riesgo no ventilar correctamente. Según nos dijo el técnico estábamos viviendo dentro de una bolsa de plástico.

Las instrucciones para solventarlo: Ventilar la casa íntegramente 10 minutos al día  mediante apertura de todas las ventanas. Dejar las rejillas de ventilación pequeñas de las ventanas abiertas 8 horas diarias. Por último, tener la calefacción encendida en toda la casa. En el comedor y el baño la tenemos a 20ºC, y en los dos dormitorios al mínimo (lo suficiente para que caliente, pero que no asfixiarnos mientras dormimos) Va por suelo radiante, y el poder calorífico es alto. Idealmente también deberíamos tener una secadora para la ropa, pero eso será más adelante, porque el cambio de piso nos ha supuesto gastos adicionales, y hay que ahorrar.

De momento, siguiendo las pautas de ventilación, el problema se ha solventado, aunque las rejillas de las ventanas las tenemos abiertas 24 horas y abrimos  las ventanas tres veces por día. Si no, no es suficiente con la humedad que hay estos días en la ciudad.

Todo esto nos pasó porque no abríamos  demasiado las estancias por miedo de pasar frío y como os comentaba todas las ventanas de casa quedan cerradas a la perfección. Es curioso, porque en Barcelona por muy cerrado que tengas, no hay nada 100% hermético, y las casas en general ventilan por cualquier lado automáticamente. Dicho esto: Lección aprendida.

¡Hasta la próxima!



miércoles, 6 de noviembre de 2013

Nuestra barnehage (II)

La semana pasada tuvimos reunión con las profesoras de los dos pequeños en la barnehage. En esta ocasión, también vino una traductora de español para que la cosa fuera más ágil.

Las dos maestras coincidieron en que los niños están contentos y felices en el colegio, pese la barrera idiomática. Nos comentaron que aún sigue presente, aunque el mayor ya entiende lo que se le dice, y puede construir frases entre dos y cuatro palabras. El pequeño dice palabras sueltas, pero no lo capta todo 100%.

El objetivo inicial de potenciar el aprendizaje del idioma noruego se sigue manteniendo. Arnau ha empezado a participar en un grupo de lengua, junto a sus otros compañeros, que, como él, el curso que viene pasan de la barnehage a la skole. A través de juegos e imágenes, pasan un buen rato y aprenden noruego en grupos de cuatro. Ah, según nos dijeron también disfruta mucho con las actividades plásticas y el dibujo


                      Foto tomada en exposición del Centro de Adultos de Trondheim (EVO)

El tema de la estimulación con Adrià funciona con imágenes y canciones. El otro día cuando fui a recogerlo, me lo encontré sentado en el regazo de la profesora. Ella le enseñaba dibujos, y él decía lo que veía en noruego y en catalán.

A nivel de amigos, el chiquitín empieza a relacionarse con otros niños, aunque también va por su cuenta, y le gusta el afecto de los adultos a ratos. El mayor nos dijeron que se ha integrado  totalmente, y que los demás lo aprecian y les gusta jugar con él, y viceversa. Y que a veces es travieso. El pequeño las travesuras se las reserva para casa. Dicen que allí es un angelito (ejem)

La misma semana también tuvimos la  reunión general de la escuela con traductora (increíble). Nos enseñaron vídeos, y nos explicaron que la escuela parte de dos ejes, la ergonomía y la autonomía. Se potencia que tanto el personal como los enanos se sienten bien, distribuyan los pesos correctamente, la postura... Y lo cierto es que cuando fui a la adaptación en la clase de Adrià, cuando comían si separaban la espalda del respaldo, les explicaban cómo debían sentarse. 

En cuanto a la autonomía se aplica especialmente a la hora de la comida y también con la vestimenta. Los niños se untan las tostadas, les enseñan a manejar los cubiertos y normas de respeto generales. En este sentido, nos recordó mucho al servicio de comedor de Barcelona. También les dejan recoger los platos a los mayores y ellos mismos los meten en el lavaplatos. Además en grupos de dos o tres fieras se familiarizan con la cocina, y hacen de pinches a veces. Se divierten amasando y haciendo rollitos de pan, o cortando las salchichas para la comida Y luego: ¡Al buche!

La vestimenta en Noruega es tiempo. Pensad que ahora mismo llevan camiseta y malla de lana, pantalón y chaqueta tipo polar, traje de invierno, gorro, y botas. Nos comentaron que ya empiezan a vestirse ellos mismos en el último curso, y que los pequeños ya son capaces de ponerse algunas prendas solitos. Les hemos de dar tiempo. Más vale que tarden diez minutos y lo hagan ellos mismos, que cinco con nuestra ayuda.

Es curioso, pero aquí los padres dejan ir solos a los niños al cole a partir de los siete años, incluso coger un bus o ir a casa de un amigo. A mi me choca, porque aún los veo chiquitines, pero en Noruega es algo muy natural y común.

Otra de las cosas que más gracia nos hizo son los viernes en clase de Arnau. Es el día más especial de la semana. De repente suena música, y les dejan bailar canciones comerciales encima de las mesas en plan podio. Lo pude comprobar en el video que nos pasaron. Fue emocionante ver a mi chico mayor bailando feliz con los demás. A juzgar por sus expresiones, se lo estaban pasando de miedo. Y  lo mejor: La profesora también bailaba encima de un pupitre.

 La canción favorita de las fieras en este momento es What does the fox say? Aprovechando el éxito de la misma, hicieron máscaras de zorro. Y se las ponen para bailar.



El tema del exterior continua siendo algo habitual, y salen al patio mucho, y un día por semana de excursión. A veces cerca, a los parques del barrio. Otras a sitios concretos cogiendo el transporte público. Hace pocos días Adrià fue a una granja con cuatro peques de su clase, y le encantó. A Arnau le tocó el Museo de Ciencias Naturales de Trondheim, y se quedó prendado con el tigre.

En cuanto a los padres, en la escuela nos preguntaron mucho la opinión sobre todo: Horarios, entrada y salida de los niños, actividades... Hasta final de curso el plan es implementar más tareas y juegos relacionados con la música y el teatro. Pero lo irán  decidiendo sobre la marcha.

Por cierto, en muchos colegios, parques y zonas abiertas se ve a gente jugando con pelotas negras. ¿Adivináis por qué? Tic-tac Tic-tac...

Voilà!  Para verlas en la nieve, que está al caer de nuevo, según dicen, en pocas semanas.

¡Hasta la próxima!






viernes, 1 de noviembre de 2013

Kiss and Ride, y un poco de literatura

Cerca de la escuela de los chicos, hay un banco cubierto con una estructura igual  a las de las paradas de autobús, con el nombre de Kiss and Ride (Un beso y adiós podría llamarse en castellano Pero hay un cartel que dice específicamente que no se trata de ninguna parada de transporte público. Ya llevaba días pensando qué podría ser, y ayer hablando con Pau desvelamos el misterio.


Se trata de un punto donde los coches pueden parar y dejar alguien rápido en un lugar cercano a un transporte público. La persona que baja da un beso al conductor/-a sin entretenerse, y coge el autobús o el tren. Esto existe en varios países con diferentes modalidades, pero la idea general es esta.

En Trondheim, el Kiss and Ride se halla situado en el barrio de Elgeseter. Se trata de una zona muy transitada. Pocos metros después del Kiss and Ride hay una parada de autobús con múltiples líneas. Pero la verdad es que aquí  también se usa para dejar o recoger a alguien simplemente. Muchas mañanas se ve a madres o padres que dejan a los niños. Un beso y ¡al cole!. También a parejas jovencitas, mayores...

Cambiando de tercio, sigo estudiando noruego  intentando aprovechar todos los recursos que encuentro. El miércoles fui a un bok kafe en el centro de voluntariado. Vino una bibliotecaria de Trondheim, e hizo una charla sobre literatura de la región, centrándose especialmente en nuestra ciudad. Por lo que explicó, tienen mucha novela criminal. y de misterio, géneros que me encantan. También nos mostró libros históricos sobre la ciudad y sus tradiciones. 

Fue muy agradable. Éramos diez personas alrededor de una mesa con café y pastas para picar. No puedo decir que lo entendiera todo, pero pesqué algunos trozos, y me di por satisfecha. Los chistes aún no los pillo y se me queda cara de pava, pero bueno todo llegará (pensamiento positivo) Al menos pude entablar conversaciones pequeñas, y me hizo sentir bien.

Cuando se acabó nos dejaron ojear los libros. Me pareció particularmente interesante uno que se llama Folk i Trondheim. Es una radiografía social de la ciudad, a través de gente de todas las edades que se presenta en medio folio y explica que es de su vida, sus orígenes, y qué hace en la Trondheim. Pronto lo pediré prestado de la biblioteca.

Ahora aún tengo pendientes de leerme tres cuentos infantiles que pedí prestados en la biblioteca. Finalmente he avanzado de nivel. Antes los que leía eran de la franja de 0 a 3 años, y desde hace una semana ya los cojo de la sección "Pequeños lectores". Automotivación a tope (ejem)


Por cierto, para los que estéis aprendiendo noruego os recomiendo la serie televisiva Lilihammer Trata de las aventuras y deseventuras de un mafioso en la pequeña ciudad noruega de Lillehammer, que da nombre a la serie. La versión original subtitulada mezcla inglés y noruego (en la serie se hablan los dos idiomas), y va genial para aprender sin agotarse. Aparte es bastante cómica. Así que, de hecho, puede gustar a cualquiera aunque no sepa noruego. Sirve también para hacerse una idea de las cosas que te puedes encontrar aquí

Esta semana hemos tenido reunión particular y general en la barnehage. En breve os cuento.

¡Hasta la próxima! ¡Feliz Castanyada y/o Halloween!

domingo, 27 de octubre de 2013

Cumpleaños noruego

Este fin de semana estuvimos en el cumpleaños (bursdag) de una amiga de la barnehage de Arnau. Ayer cuando se levantó estaba muy excitado, y preguntaba sin parar que cuándo nos íbamos, si estaba lejos...Dijo que se quería poner camisa  y tejanos (Arnau suele ir deportivo con camiseta y  pantalón de chándal)

La fiesta era de 13 a 15h. Cuando llegamos los cuatro, había algunos padres y niños. Era curioso, porque todos iban arreglados con camisa, tejanos o pantalón de vestir los niños, y vestido las niñas. Y es que en Noruega, de  lunes a viernes, el estilo es deportivo, pero para las ocasiones especiales se ponen elegantes.

Los noruegos son muy discretos, y hasta el cabo de unos minutos no entablamos conversación. Fueron charlas pequeñas, porque aparte del carácter nórdico, también influía nuestro nivel básico de noruego. Pero pasamos un buen rato.

La merienda para los niños era bastante diferente a lo que estamos acostumbrados en Barcelona. Salchichas envueltas en crepes, pastelitos de chocolate, galletas saladas, vasos con gelatina de colores y fruta recién cortada. Para beber refrescos (lo del agua no les va mucho) Para los padres crepes con mermelada casera (muy rica) y/oqueso y café. El café es una bebida imprescindible aquí. Mucha gente lleva termos por la calle e incluso hay guantes diseñados para sujetarlo con la mano cuando hace mucho frío.

                              Imagen de celebración noruega del Flickr de Leif Harboe 

En Noruega todo lo que lleva azúcar les pirra. Basta con fijarse en el supermercado, donde tienen varias estanterías llenas de chocolatinas, chucherías y repostería industrial. También suelen haber pasteles en la zona refrigerada. Pau los ha probado y dice que son dulces a más no poder. Asimismo, tiene mucho éxito el agua aromatizada con gustos diferentes.

El momento de abrir los regalos es muy especial en las celebraciones infantiles nórdicas. Todos los invitados observaban de forma tranquila a la protagonista mientras desenvolvía los regalos (que más o menos eran entre 8.-€ y  20.-€ por familia) En nuestro caso, me dejé asesorar por Arnau, y le regalamos dos figuras de oficios de la casa Playmobil. Acertamos. Al fin y al cabo son amigos y conoce sus gustos.

Lo que nos sorprendió fue que no hubo pastel de cumpleaños con velas ni el típico Cumpleaños feliz. Tendré que averiguar cómo funciona el tema exactamente. Lo que no faltó fue bolsa de golosinas para todas las fieras, y globos y música también. Acabaron rendidos.

Cuando faltaba poco para las tres, la gente empezó a despedirse, y a las tres y cinco todo el mundo ya estaba fuera. Muy cívicos y organizados los noruegos. Si la fiesta está previsto que acabe a una hora, acaba a esa hora.

Antes de despedirme por hoy, os cuento brevemente cómo fue mi primer voluntariado en Trondheim. Fue el fin de semana pasado en el centro de voluntarios de mi barrio. En el  contexto de una maratón solidaria por el Alzheimer, cuatro voluntarias recibíamos a la gente, que recogía una hucha, y durante dos horas pedía dinero por el barrio (según ruta que se le asignaba).  A la vuelta se anotaba su regreso, y se les obsequiaba con una camiseta, entradas para el fútbol y merienda. 

En mi caso, cuando llegaba la gente mi papel era darles daba reflectantes para la ropa, y las reglas de funcionamiento. A la vuelta se me asignó el control de llegada de la gente, y firmar diplomas de agradecimiento para los enanos con otra voluntaria. Mi vocabulario era básico: Hei! (¡Hola!), Ha det bra (Adiós), God tur (Buen trayecto) o Tusen takk (Mil gracias), Hva heter du?(¿Cómo te llamas?)... Pero me sentí orgullosa de que me entendieran, y poder entablar algo de relación con los noruegos.


Las voluntarias me trataron muy bien, y me enseñaron palabras y costumbres de Noruega. Con frases simples, me pude defender en noruego básico durante las seis horas que duró. Pero confieso que no era la cotorra que soy en castellano o catalán. Mis interveciones eran cortas, muy cortas. Cuando quedaba una hora para acabar, nos pasamos al inglés, porque estaba cansada.  Pero en conjunto, fue una experiencia muy gratificante. Ahora esperando otra ocasión para hacer de voluntaria o frivillig..

¡Hasta la próxima!








lunes, 21 de octubre de 2013

Voluntariado en Trondheim

Aparte de ir al curso, intento mejorar mi noruego de otras formas y con los recursos que me ofrece la vida diaria: Periódicos, carteles de la calle... Empiezo a entender textos sencillos. El primero ha sido una noticia sobre las personas más ricas de Noruega en el diario digital Klar Tale (recomendado para los que también esteis estudiando noruego). Además, el otro día, paseando por la calle, me puse contenta, porque pude comprender esta oferta de trabajo entera. Parece que el  estudio va dando sus frutos.

 

El segundo paso y más complicado es el noruego hablado. De momento pillo palabras sueltas, pero me pierdo, o me quedo bloqueada cuando se dirigen a mi en noruego. 

La profesora del curso nos recomendó que si realmente queremos mejorar en este aspecto, debemos relacionarnos con gente noruega. Hablando con otra estudiante, me comentó que ella había conseguido empezar a integrarse en el país, y su primer trabajo en Noruega, gracias al voluntariado. Les gustó como trabajaba de voluntaria en un museo, y unos meses después le ofrecieron un contrato temporal para un proyecto.  

Cuando llegué a casa, me conecté a internet, y encontré una web dedicada exclusivamente al voluntariado (frivillighet) en la ciudad: Frivillig Trondheim. La imagen es de su grupo de Facebook.



Resulta que es muy habitual que en los festivales y eventos, colabore  gente de forma altruista. El perfil del voluntario es el de la persona con ganas de ayudar y relacionarse con gente. No importa la edad.

Además, en muchos barrios de Trondheim hay centros específicos de voluntariado. En éstos, se organizan muchas actividades según el lugar en cuestión: Costura, cocina, paseos, bailes, desayunos, ayuda con los deberes...Son parte nuclear e inherente del barrio.

He tenido suerte, y muy cerca de casa existe un centro de voluntariado del barrio. Fui a presentarme el miércoles pasado. Me recibió la directora, y estuvimos hablando de mi historia personal, y de la del centro. Quedamos que mi primera actuación sería el domingo colaborando en el Secretariado de una maratón solidaria (me gustó la experiencia. En breve, detalles) 

Luego me invitó a desayunar en el bar de allí, que lo lleva gente de la tercera edad. Todos eran muy activos, y me recibieron de forma muy educada. Se reían mucho. Estaban muy ilusionados de que probara sus waffles (algo muy apreciado aquí)  La verdad es que estaba un poco cortada, porque no había estado nunca en un ambiente 100% noruego. Pero me fui relajando, y alguna frase en plan Pedro Picapiedra me salió. Me hablaban lento, cosa que ya me fue bien.

El fin de semana que viene toda la familia tendremos otra prueba de fuego. A Arnau lo han invitado a su primer cumpleaños (bursdag) en Trondheim. Le dieron una invitación muy bonita en la barnehage, y está emocionado.

Cambiando de tema, este fin de semana ha habido la primera nevada de la temporada en la ciudad. Los chicos estrenaron su ropa de invierno, y se lo pasaron la mar de bien con la novedad.


Pero duró unas horas, y ahora lo divertido es caminar sobre hielo (o patinar mejor dicho) Las temperaturas son bajas, entre -1ºC y 5ºC, aunque a mitad de semana se prevé una subida hasta  los 11ºC.

Por último, hoy estoy con mis dos perlas en casa. Día de mimos. Desde ayer, Arnau está pachucho (dolor de barriga), aunque parece que va mejorando. Se ve que hay pasa en la barnehage. De momento Adrià resiste, pero por logística familiar también se ha quedado en casa. Ya veremos cómo acaba la cosa.

¡Hasta la próxima!






miércoles, 16 de octubre de 2013

Emigrar a Noruega

A raíz de un artículo de El País, y otro del conocido periodista, David Felgar, me he animado a escribir este post sobre la importancia del conocimiento del idioma noruego para emigrar a estos lares. Se comenta en diversos programas de TV  y en prensa, la frustración de varios españoles que vinieron a probar suerte por estas gélidas tierras, y las cosas no fueron cómo esperaban. También de casos de éxito. Hoy quiero compartir mi punto de vista, como immigrante en Trondheim desde hace cinco meses.

Es cierto que Noruega tiene ayudas sociales, pero ojo: Sólo para quién trabaja, o quién en su unidad convivencial tiene a alguien que sea productivo laboralmente y en casos muy concretos. Es así y no hay más. Esto choca viniendo de Barcelona, donde por lo general los recién llegados de otros países tienen una cobertura general si lo necesitan (puede que haya alguna excepción y con los recortes cambios, pero no quiero entrar en ninguna polémica) En cuanto a los refugiados-con derecho a asilo que llegan a Noruega sí que hay ayudas estatales, algunas de ellas incondicionales, pero son casos muy concretos. El tipo de immigración es algo que abordaré otro día, porque da para explicar.



En Trondheim, hay programas de inserción laboral, y, para los buscadores activos de trabajo, el NAV (el INEM noruego) hace un seguimiento de los mismos cada quince días y ofrece, en algunos casos, trabajos en prácticas, porque, al fin y al cabo, de lo que se trata es que la gente tenga ocupación. En otros brinda orientación. 

Para integrarse en la sociedad noruega a todos los niveles, lo importante es dominar el noruego. Con esto se es absolutamente bienvenido a tierras nórdicas. El idioma está presente en todos los aspectos de la sociedad, y cualquier gestión se hace en noruego. Pau y yo nos hemos pasado horas con el Google translate y el diccionario los primeros meses de trámites continuos (y aunque nuestro nivel va  mejorando, los seguimos usando mucho)

Es cierto que los noruegos son completamente bilingües (noruego e inglés), pero ellos utilizan como primera opción el noruego para la vida diaria. Si  que es verdad que en un comercio, en el curso de noruego o en un punto de información no tienen problema en atenderte en inglés, pero si realmente quieres integrarte, el noruego es fundamental, y esperan que lo hables. Te abre todas y cada una de las puertas en cuanto a relaciones sociales, cultura y tema laboral. A mi por ejemplo, tras un tiempo de hablarme en inglés en la barnehage ya me sueltan cosas en noruego. Aman su idioma y desean que todo el mundo lo hable. Y es normal. En este sentido, me recuerda a Barcelona, donde mucha gente, entre ellos una misma, está orgullosa del catalán, y de la identidad que esto conlleva (sin ser excluyentes con el castellano) 

Tan sólo en  trabajos de ingeniería y algún otro puesto muy concreto, se admite que la persona immigrante pueda trabajar con un inglés fluido. Echando un vistazo al periódico o en la red, el 95% de las ofertas de trabajo están en Bokmål. Se pueden encontrar algunas en inglés para ingenieros y también enfermeras, u otros puestos muy específicos. El motivo de todo ello, es que pese a invertir mucho en las carreras técnicas y médicas, en Noruega no hay suficiente población para cubrir los puestos de alta cualificación que el mercado demanda, especialmente la industria informática, petrolera y médica.

Yo como sabéis soy catalana. Vengo de territorio bilingue y hablo tanto catalán como castellano (aparte de inglés) Pero he de reconocer que en Catalunya cualquier persona se puede defender dominando cualquiera de las dos lenguas. Aunque para mi la riqueza cultural que tiene saber tanto castellano como catalán, no tiene precio.

La diferencia que veo entre Noruega y Catalunya,  es que aquí o hablas noruego o nunca acabas de formar parte del país, y en Barcelona hay diferentes alternativas. Muchas veces en los medios de comunicación, se crean ideas falsas y se  juega con la lengua. Especialmente se vende que en Catalunya se impone el catalán No, señor... Simplemente se adoptan politicas para protegerlo. Y es algo absolutamente normal. Porque no sólo es el idioma en sí, es la cultura y la identidad que lleva implicita la lengua, y de la que yo me siento muy orgullosa. Es cierto que escribo el blog en castellano, y también lo es que aprendí a tener un catalán de nivel nativo a los catorce años,  pero me siento feliz de poder comunicarme en las dos lenguas perfectamente.

Por ello, y, aunque es muy duro, no negaré que entiendo que se me exija noruego para poder integrarme plenamente aquí. Es un reto estar en Noruega, aunque a veces sientes que las espinas se te clavan, porque gente que amas la tienes lejos, y porque teniendo una profesión que me viste, se me cierran las puertas por la barrera idiomática. Pero ahí estoy esforzándome por aprender noruego, y captar todo lo que me rodea: Naturaleza, gente amable y solidaria, cultura diferente...


No negaré que echo mucho de menos las charlas y los abrazos de mi gente, o el ejercicio de la abogacía. O poder hablar de forma fluida. A veces me genera impotencia, el pensar que no era eso exactamente lo que quería que entendiera mi interlocutor, pero no sé decirlo de otra manera.  Fue una decisión enormemente complicada dejar a mis seres queridos y aparcar temporalmente mi toga de letrada. Pero la oportunidad salió, y, después de valorarlo mucho, aquí estamos los cuatro. Y sí, a veces, es más duro de lo que quisiera, pero lo estoy afrontando como un reto personal, poniéndole ganas y el tiempo dirá...

En mi caso, la realidad es que yo puedo "vivir" aquí gracias a que mi pareja tiene trabajo y a un sacrificio personal, pero con mentalidad de reto interior. Él es ingeniero informático. Como os he comentado, es uno de los muy pocos sectores que aquí admiten el inglés como lengua vehicular (aunque Pau está haciendo cursos de noruego igualmente, pero sin el estrés que representa el necesitarlo para comer) 

Si tenéis pensado emigrar, lo mejor es venir con un contrato de trabajo y buen noruego e inglés, o con alguien que reúna esos requisitos. Llegar con unos ahorros a Noruega, y esperar a ver que pasa es un suicidio. Quizás a un bajo porcentaje le ha funcionado, pero personalmente yo no lo haría. Yo también hubiera querido inventar facebook, y no ha sucedido. Siento la ironía, pero simplemente creo que se ha de venir preparado. Y sorpresas siempre hay. Aquí los precios son muy elevados, si los comparamos con Barcelona,  y es muy duro mantenerse económicamennte sin ingresos durante un tiempo prolongado o incierto. A nosotros sólo la ropa para pasar el invierno adecuadamente,  nos ha supuesto un buen chorro de dinero.

Si os interesa Noruega, un buen inicio para la búsquedade trabajo, es el NAV (el INEM de aquí), Finn y Linkedln. Para empezar a familiarizarse con el noruego nada mejor que estos recursos gratuitos.

Norwegian on the webhttp://www.ntnu.edu/now

Gramática noruegahttp://www.grammatikk.com/

Noruego básico: http://pavei.cappelendamm.no/

Noruego para hispanohablantes (tiene material gratuito y de pago):  http://cursonoruego.es

Aparte recomiendo hacer curso presencial, porque la motivación es mayor que hacerlo desde casa. Pero eso depende de la fuerza de voluntad de cada uno, y de los recursos económicos.

Hasta aquí mi reflexión de hoy. Con esta entrada no pretendo desanimar a nadie a que venga, pero creo que es bueno saber qué es lo que uno se puede encontrar para poder preparar el terreno lo mejor posible. Con trabajo, aunque el clima no sea cálido, es un buen país para vivir, y con calidad de vida.

Mi próximo paso para seguir motivándome con el noruego y creciendo como persona, es empezar con el voluntariado en breve. Pero eso ya será otra crónica.

¡Hasta la próxima!.

domingo, 13 de octubre de 2013

Agujetas

A principios de esta semana estuvimos de traslado al nuevo piso. La última mudanza fue un completo desastre, porque la empresa tardó lo inconfesable en traernos las cosas desde Barcelona. Pero ésta, dentro de Trondheim, tenía que salir bien.

Una amiga nos recomendó unas furgonetas muy populares en Trondheim (Rent a Wreck). Y como esta vez la empresa donde trabaja Pau no pagaba el traslado, y vista la experiencia, decidimos hacerlo por nuestra cuenta. Pau tenía vacaciones esta semana, así que aprovechamos para hacerlo de forma organizada.


El lunes estuvimos vaciando la casa mientras los niños estaban en la barnehage. Nos dió tiempo de preparar las cajas, y los muebles los desmontamos lo mínimo. Son de IKEA, y teníamos tan reciente su montaje, que la verdad  es que pensar en ello daba escalofríos.


El martes llegó el momento crucial.  Pau recogió la furgo, y a cargar. Empezamos con el sofá y el mueble de la televisión.  Luego las cajas. Hasta ahí todo bien.


Lo peor, sin duda, la estructura de nuestra cama. En ese momento, nos acordamos de qué buena idea había sido escoger una cama de matrimonio de madera maciza con un cabezal enorme (ejem)


No sé de dónde sacamos las fuerzas ni la habilidad, pero sólo hubo algún rasguño y un porrazo en la cabeza sin ulteriores consecuencias.


Descubrimos que cargar era lo mejor. Descargar fue bastante duro y agotador. Pero en tres viajes, y siete horas: ¡lo conseguimos!

Llegué arrastrada a recoger a los peques del colegio.Cuando los niños entraron a su nuevo hogar se pusieron tan contentos, que supimos que había valido la pena todo el esfuerzo. Y sobretodo, haberlos mantenido bastante al margen de todo el fregao.

Pero eso sí... Voy a ser franca: Necesitamos dos días para recuperarnos del cansancio, el dolor de espalda, las agujetas y los pies pesados como piedras. Confieso que, si puede ser, no repetimos experiencia.

Este fin de semana hemos disfrutado de nuestro barrio nuevo. Ya os iré contando cosas, pero por lo pronto a un cuarto de hora de casa hay caminos para recorrer, un pantano y varias granjas.  Ayer vimos vacas y a los chicos les hizo mucha ilusión. Hoy hemos paseado por un bosque encantado jeje.


¡Hasta la próxima!